domingo, 12 de diciembre de 2010

AL PASTO (con cariño y medio zafado)

La mañana se presentaba diáfana. Invitaba a sentarnos en el pasto, que en algunos lugares se encuentra parejo y está además salpicado por distintas variedades de yuyos. Éstos y los otros también difieren en formas y tonos abarcando casi toda la gama desde el verde ennegrecido hasta uno bastante claro. El cielo despejado lo hacía posible merced al astro rey.
Aunque no está en el cénit por la época del año, nos regala un calorcito que invita a reposar y a conversar y, porqué no, a pensar y a soñar en una salida de campamento, tal el aporte de algún compañero del grupo. Gracias a vos, Sol, que días antes te engalanaste vistiéndote de color naranja, regalándonos un magnífico espectáculo y  escondido detrás de una cortina de nubes, cual velos de odalisca contoneándose con su cintura.
Te despojabas como ella, paseándolas delante de tu cuerpo, dejándonos adivinar el contorno brillante de tu forma. Y así, sin pensarlo siquiera, uno se sumerge en la ensoñación y se trepa al tren de la fantasía.
 Ésta crece y se agiganta, se generan furtivas miradas, se pronuncian palabras que se caen de la boca, casi sin mover los labios, se adivinan gestos de complicidad…a todo esto pueden acceder sólo los protagonistas, los soñadores, los amantes, el Mundo es de ellos.
Sin dudas, el roce del viento suave y calentito sobre los cuerpos, semeja una caricia erógena.
Ya se disparó la pasión, el vértigo macho-hembra, hombre-mujer. Brota y se huele el sudor que fluye por todos los poros de los cuerpos involucrados al comprometerse en esa necesidad vital y animal, que con mayor o menor frecuencia nos convoca a todos los seres humanos.
Pensamientos y acciones placenteras, arrebatadoras y de pasión intrínseca, que acompañan la libido al cruzar ésta el umbral sensorial y se funde con el torrente  sanguineo obligando  al corazón a bombear mas sangre “que por cornada de toro”.
Así, se involucran los cuerpos, sus bocas, sus manos, sus piernas, todo con todo.
Prisionero de la fantasía se sorprende, cuando alguien le toca el brazo y le dice: a vos te toca leer.
                                                                                                                                                                                         
Raúl Piatti
Taller de Crónica Periódistica ECuNHi

No hay comentarios:

Publicar un comentario