sábado, 26 de marzo de 2011

APOCALIPSIS

(Una catarsis sobre la bronca de la naturaleza, o sobre la estupidez humana)

Enfermedad actual sufrida por los temerosos y temerarios de ayer, de antes de ayer, del año pasado, del fin del pasado siglo y del fin del milenio y de los milenios. Virus que se introduce en el carácter del humano por la pésima conducta de mentirosos profetas y mensajeros, voceros de algún temerario supremo inventado por cada una y todas las civilizaciones de este gran planeta, que achican los cagones con fines del mundo, fines de la humanidad mediante caballeros celestiales que dominan la vida humana desde sus templos y castillos, pero en la tormenta universal del pensamiento vulgar de la plebeyada, gracias a santas palabras divinas escritas por seres religiosos.
Lo que no se da cuenta la payasada es que este apocalipsis lo estamos produciendo nosotros con nuestra súper evolución productiva expansiva y explosiva.
Si no, pregúntenle a Bush si le dolió más invadir y matar enemigos en Medio Oriente, o Katrina. O  los japoneses con su veta volcánica polinesia.
Tsunamis más tsunamis, más tsunamis; huracanes, más huracanes, y más huracanes. Erupciones y más erupciones y más erupciones.
Si exageramos el apocalipsis no es por divinas palabras, sino más bien por la estupidez humana.

Adrián Camacho

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